Kim Kardashian rompe su norma de ‘no diamantes’
Después del traumático robo sufrido en Paris en octubre de 2016, cuando le sustrajeron joyas por valor de varios millones de dólares, Kim Kardashian tomó la decisión de no volver a lucir diamantes en la misma medida que lo hacía antes. Aquella experiencia dejó serias secuelas psicológicas en la estrella de la telerrealidad, por lo que optó por reducir sus publicaciones, así como por llevar un perfil más bajo y menos ostentoso en sus redes sociales.
Pero, casi año y medio después de aquello, la empresaria parece haber roto con esta norma autoimpuesta y las joyas han vuelto a su vida… y a su boca. Y es que Kim no ha podido resistirse a una de las tendencias que más triunfan entre las estrellas y que ella misma ya lució en el pasado: ‘grills’ sobre sus dientes. Se trata de unas lujosas fundas hechas de metales preciosos que se colocan sobre la dentadura superior o inferior. Rihanna, Katy Perry, Madonna o Kylie Jenner son algunas de las que se han sumado a esta moda.
Katy Perry presumió de ‘grill’ en los MTV Music Awards en 2013 / Gtres
La cabeza principal del clan Kardashian presumió de este lujoso complemento en su Stories de Instagram con un vídeo en el que aparece con la DJ y modelo española Sita Abellán, una conocida ‘influencer’ que ya ha trabajado con otras celebridades internacionales, como Rihanna o Jeremy Scott.
Kim Kardashian presume de dientes brillantes / Instagram
En el caso de Kim, su ‘grill’ lleva sus propias iniciales en oro y diamantes y está colocado sobre sus dientes inferiores. Asimismo, una de las personas que mejor la conocen, su amigo íntimo y maquillador Mario Dedivanovic, también ha querido hacerse eco de esta imagen tan especial en su cuenta de Instagram.
La última vez que la esposa de Kanye West se atrevió con este peculiar accesorio fue poco antes de su asalto, durante la Semana de la Moda de Paris. En aquella ocasión, Kim Kardashian obsequió a sus millones de seguidores con una fotografía en la que posa con su preciado anillo de compromiso (valorado en 4 millones de dólares) y un discreto ‘grill’ de oro y diamantes sobre su dientes.